Impulsando el debate y la difusión de ideas políticas
Ideas que Transforman:
Nuestra Trayectoria y Propósito
«La política es demasiado seria para dejarla
exclusivamente en manos de los políticos.«
En Fundación Sociedad Civil, creemos que cada voz importa. Promovemos el debate y la difusión de ideas políticas para fortalecer nuestras comunidades y fomentar un futuro más justo e inclusivo.
Nuestra Misión y Valores
Descubre los valores de la Fundación Sociedad Civil.

Qué es FSC
La Fundación Sociedad Civil es una fundación donde se fomenta el debate y la difusión de ideas políticas.
Principios
Fundación Sociedad Civil es firme defensora de la LIBERTAD que, únicamente, se puede lograr mediante la aplicación de los valores occidentales: separación Iglesia y Estado, soberanía de la ley, democracia y derechos humanos.
Debate Inclusivo
En la Fundación Sociedad Civil, promovemos un debate inclusivo y accesible para todos los sectores de la sociedad española.
Bienvenida a la fundación sociedad civil
Estimados amigos:
En nombre de la Fundación Sociedad Civil les doy la bienvenida a nuestro nuevo sitio Web, donde esperamos encontrarán toda la información que necesiten acerca de nuestras actividades.
A partir de su creación en el año 2005 la fundación ha realizado numerosas actividades, algunas de las cuales, aunque se refieren a hechos que han perdido toda vigencia, hemos decidido incluirlas, pues creemos aportan información útil sobre qué somos y qué valores defendemos.
Tradicionalmente en España el mundo de las ideas políticas se ha considerado como exclusivo de los partidos, los cuales, a través de fundaciones vinculadas, generan un debate de ideas que consideramos obedece a sus intereses cortoplacistas. Si a esto añadimos el corsé que supone lo “políticamente correcto”, es muy difícil que, en estas condiciones, se pueda producir el debate de ideas que necesitamos para superar los retos a los que nos enfrentamos actualmente.
Los cuarenta años de dictadura que sufrimos en España consolidaron un grave desequilibrio entre el Estado y la sociedad civil. Después de cuarenta años de democracia está claro que la solución a este grave problema no va a provenir del mundo político. Deberá de ser la propia sociedad la que se organice y exija el papel que le corresponde en una sociedad moderna.
Desde la modestia pretendemos contribuir a engrosar el reducido número de instituciones que de momento conforman la sociedad civil española, y contribuir con nuestra propia visión al debate político.
Somos plenamente conscientes de que la objetividad, aunque se persiga con ahínco, no existe en política, pero no pretendemos aportar objetividad, sino una visión más, tan necesaria en las sociedades abiertas, eso sí, independiente de cualquier partido y abierta a la concurrencia con el resto.
No pretendemos hacer una enmienda a la totalidad a la tan denostada hoy en día “clase política”, tan injustamente agredida por el populismo. La actividad política no sólo es una de las más nobles actividades que realizan los seres humanos, sino que su reconocimiento es imprescindible para seguir avanzando en los logros sociales.
Las críticas van dirigidas al excesivo poder que los partidos políticos y sus entornos han llegado a detentar en España, más aún, cuando no existe democracia interna en éstos. El control interno es tan fuerte que ha sido más fácil crear partidos alternativos a los tradicionales, que cambiar las élites que los dirigen durante décadas.
Creemos que la participación política la deben ejercer ciudadanos con vocación, dispuestos a dedicar una parte de su trayectoria vital a ella, pero no una profesión a la que aferrarse. No podemos permitir que los políticos defiendan sus intereses corporativos por encima de sus intereses como ciudadano, y para ello es esencial evitar que la política termine convirtiéndose en una salida profesional.
La consecuencia de todo esto es que tenemos unos políticos, que salvo honrosas excepciones, no tienen sentido de estado, llegan a la política para perpetuarse y confunden los objetivos: no están pendientes de mejorar la sociedad, sino de ganarse un puesto en las listas electorales; no toman decisiones que a medio o largo plazo son necesarias, su único horizonte son las próximas elecciones, y si para ello hay que sacrificar el futuro del país, ya buscan los argumentos necesarios para racionalizarlo. La selección del político no es en función de su capacidad sino de su obediencia al todo poderoso líder.
Se suele decir: “tenemos los políticos que nos merecemos”. Sin entrar a valorar esta afirmación, lo que no dudamos en absoluto es que en España hace falta una sociedad civil organizada, crítica, y con fuerza para democráticamente cambiar los criterios de selección y las exigencias éticas e intelectuales de quienes nos representan, de esta manera no sabemos si conseguiremos “los políticos que nos merecemos” pero si “los que necesitamos”.
Los partidos clásicos, debido a los problemas de corrupción y falta de democracia interna, se sienten incapaces de ilusionar a las nuevas generaciones, las cuales no reconocen todas las ventajas que “el sistema” que pretenden derribar les ha proporcionado. Nunca ha existido una generación en España que haya disfrutado de tan altas cotas de libertad y bienestar como las actuales.
Todos hemos sido jóvenes, y sabemos la rebeldía que ello implica, pero asumiendo lo injusto de toda generalización y pidiendo excusas por ello, no podemos dejar de constatar que hemos sido incapaces de poner a su disposición los instrumentos intelectuales, para que pudieran canalizar sus críticas en la mejora del sistema que los españoles nos dimos aprobando la Constitución de 1978. La falta de consenso en las políticas educativas ha dejado a nuestros jóvenes expuestos a la demagogia populista, constituyendo el mejor caldo de cultivo para el avance de los partidos antisistema: nacionalistas separatistas, fascistas y comunistas.
Desde la Fundación Sociedad Civil queremos trabajar y colaborar con todos aquellos que estén dispuestos a un debate sincero y responsable, que aporte soluciones a los retos que enfrentan las democracias, mejorándolas en lo posible con el fin de que se consoliden y se extiendan. Creemos que esta forma de gobierno, la mejor de toda la historia de la humanidad, es imprescindible para que cada individuo desarrolle sus máximas potencialidades, la única forma de ser feliz y de construir sociedades sanas y prosperas.
Un cordial saludo.
Damián Carmona Navarro
Presidente FUNDACIÓN SOCIEDAD CIVIL
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sociedad necesita!
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- Debates abiertos
- Formación cívica
- Investigación política
- Eventos públicos
- Promoción del diálogo

QUÉ ES FSC
Fundación Sociedad Civil, es una fundación privada sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la generación, debate y difusión de ideas políticas.
España adolece de una sociedad civil bien estructurada, capaz de generar y difundir pensamientos propios. Desde la modestia y conscientes de nuestra propia subjetividad pretendemos contribuir a eliminar este déficit.
Nuestras opiniones además de incrementar la pluralidad, un bien en sí mismo, se hacen desde nuestra condición de ciudadanos, libres de ataduras de partido y de intereses de grupo.
Sin ánimo de denostar las opiniones de las diversas instituciones estatales, creemos que esta libertad, unida a la decisión de no aceptar las restricciones que suponen, tanto “lo políticamente correcto”, como la “inmediatez” que imponen los procesos electorales, aportan un punto de vista distinto, que nos permite abordar los problemas buscando soluciones estructurales.
Con estos objetivos pretendemos difundir las ideas que a nuestro parecer han permitido construir las sociedades abiertas que disfrutamos en occidente, así como las aportaciones que permiten la actualización y el progreso de las mismas.
Para estos fines, organizamos y participamos en todo tipo de actividades: conferencias, debates públicos, seminarios, publicaciones, redes sociales, etc. Es también nuestro objetivo coordinarnos y colaborar con todas las entidades y pensadores del ámbito político a los distintos niveles, regional, nacional e internacional.
PRINCIPIOS

Fundación Sociedad Civil es firme defensora de los valores occidentales (separación Iglesia y Estado, soberanía de la ley, democracia, libertad y derechos humanos), no en contraposición ni frente a nadie, sino porque estamos convencidos de que éstos son los únicos que se han demostrado útiles a lo largo de la historia, en la construcción de sociedades donde el individuo puede desarrollarse plenamente.
Cuando los antiguos griegos comenzaron a utilizar la razón como única guía para el conocimiento, pero sobre todo cuando la razón se disciplinó a los hechos, dando lugar a la Revolución Científica, en occidente, se han producido los mayores logros de la historia de la humanidad. Si nos atenemos al mundo de las ideas políticas, los pensadores occidentales, imbuidos por este espíritu crítico que caracteriza la ciencia, y en un clima social cada vez más favorable a la libertad de pensamiento, han podido desarrollar los conceptos y valores imprescindibles para el surgimiento de la democracia.
Desde el punto de vista político, estamos convencidos que la modernidad se alcanza cuando se pone en el centro al individuo, y se le reconocen sus derechos (vida, propiedad y libertad) constituyendo el fin último de la sociedad permitir su máximo grado de realización y desarrollo.
La democracia representativa, al día de hoy, sigue siendo el mejor sistema de gobierno que el hombre se ha dado a sí mismo, ya que, ésta, consigue el equilibrio perfecto entre el principio básico de la soberanía popular y los mecanismos que la deben controlar: separación de poderes y el respeto a las leyes basadas en los derechos humanos, principios necesarios para la protección de los individuos y las minorías.
Por su parte la economía de mercado, es reconocida incluso por sus detractores, como la más eficaz a la hora de generar riqueza, no existiendo ninguna experiencia alternativa que no haya fracasado. El reconocimiento de la propiedad privada no sólo es eficaz desde el punto de vista económico, sino que es moralmente acertado, pues reconoce un derecho inherente al ser humano, la propiedad sobre su trabajo.
España ha sido un actor fundamental en la creación de occidente, creemos que debemos seguir trabajando para consolidar una Unión Europea que, junto con los Estados Unidos, lidere la defensa de nuestros valores, sea un ejemplo para todos y contribuya a un mundo mejor, más próspero y en paz.
